2.24.2010

La catástrofe Maltusiana (continuación del post anterior)


Nadie puede predecir el futuro. En un mundo tan cambiante como el actual, pocas proyecciones a más de una década pueden ser posibles. Pero es importante destacar algunos problemas que exigen una pronta reflexión:

Población: El número de habitantes sobre el planeta sigue en aumento. Algunas teorías esperan una reducción en el índice de natalidad hacia futuro, cuando la humanidad toque el umbral de su propia sustentabilidad. (La ONU vaticina una reducción de la población mundial para finales de siglo, pero no da explicaciónes de ello). Actualmente no se ha dado ni en un solo punto, y las argumentaciones son más bien vacuas esperanzas, ya que la experiencia demuestra que el índice de natalidad es mayor en los países pobres.
Se calcula que la población mundial se duplicará en los próximos 30 o 40 años.

Alimentos: ¿Cómo vamos a alimentar una población de más de 10.000 millones, cuando hoy muchos países sufren de sub-alimentación y hambre? Confiamos en que nuevas tecnologías, que aun no hemos descubierto, vayan a solucionar el problema. Estamos esperando el milagro.

Avances Tecnológicos: Imaginemos que creamos en un futuro un carburador capaz de duplicar el kilometraje con la misma cantidad de combustible. Esto equivaldría, en fines prácticos, a duplicar las reservas mundiales de petróleo. La humanidad esta buscando y esperando, la tecnología que permita aumentar la producción de los suelos. Si bien lo están consiguiendo a paso lento, estas tecnologías exigen también la utilización de otros recursos (en muchos casos contaminantes), y los resultados obtenidos se ven disminuidos por los cambios climáticos.
Otro problema es la reticencia del mercado a reemplazar algunos productos por otros de menor contaminación (como es el caso de los combustibles ecológicos).

Empleo: Al igual que sucedió durante la revolución industrial, los avances tecnológicos que esperamos, van a utilizar menos mano de obra. El trabajo que quedará por hacer será de personal con estudios y altamente capacitado. Los estratos sociales se van a hundir aún mas, generando guetos y favelas en todo el mundo.

Salud: Aun no se sabe a ciencia cierta la tolerancia del organismo a las altas temperaturas y la mayor concentración de CO2. Se supone que una mala alimentación bajará las defensas inmunológicas, y las condiciones de pobreza, serán el cultivo de viejos virus que pensamos extintos.

Finanzas: Hace mucho que escuchamos acerca del Colapso del Sistema Monetario Internacional, según las últimas proyecciones, se producirá a mediados del siglo XXI. Durante los próximos diez años, sufriremos la falta de mercados producida por el desempleo, tras previas pesadillas de recesión internacional, bancarrota de los Gobiernos y colapso del mercado de excedentes del Tercer Mundo.

Guerra Nuclear: Coincido con muchos textos, en que es imposible que se desate una guerra devastadora a escala mundial. Después de muchos años de Guerra Fría, Estados Unidos y Rusia llegaron a un acuerdo tácito de no agresión. La tecnología nuclear es demasiado peligrosa y debe ser manejada con cuidado. Juntos, se han encargado que esta tecnología no llegue a manos de terroristas o países fundamentalistas. Crearon algo muy peligroso, y hoy lo mantienen en el estante de arriba, lejos del alcance de los niños.

El Efecto Invernadero: Si de algo realmente no estamos seguros, es que pasará con el clima en las próximas décadas. Podrían tratarse de unos cambios climáticos graduales o comparativamente suaves, o podrían ser violentos y repentinos. Lluvias torrenciales o largas sequías. De cualquier modo, el cambio climático va a acarrear cambios en la agricultura y la ganadería, produciendo una reducción en la capacidad productiva de los suelos. Algunos conjeturan que el derretimiento de los polos (que ya esta sucediendo) incrementará el nivel de los océanos. También se plante que la las corrientes marinas y la “gran cinta transportara” se verán afectadas, cambiando el panorama climático global. Nadie sabe como responderán las plantas y los árboles a una mayor concentración de CO2 y a una mayor radiación solar. Algunas se extinguirán, otras aumentarán su tamaño a niveles colosales. No sabemos de cual de ellas podremos alimentarnos.

En el año 1798, Thomas Malthus, economista inglés considerado el padre de la demografía, publicó su “Ensayo sobre el principio de la población”. En él, pronosticó que la población aumentaría con más rapidez que el suministro de comida.

Explicó que un organismo (o sociedad) solo puede crecer en la medida en que encuentre recursos para hacerlo. Llegado este límite, la relación sujeto-entorno encuentra un nivel de equilibrio. Malthus, explica que la humanidad utiliza una gran cantidad de recursos para mantener su estilo de vida, pero al llegar a cierto límite, inexorablemente va a caer una Economía de Subsistencia.

Propongo una nueva interpretación de la Catástrofe Maltusiana, de acuerdo a las proyecciones dichas anteriormente.


El cuadro es solo un modo de plantear el problema. Diseñado a ejes cartesianos, el eje inferior sirve como proyección temporal. Mientras que el eje vertical, es puramente arbitrario para graficar la sustentabilidad general.
La línea superior (verde) indica la capacidad del planeta para generar recursos (renovables). Esta capacidad, que durante mucho tiempo consideramos estable, ha comenzado a decrecer por los cambios climáticos y la incidencia directa del hombre sobre la tierra. Malthus no había considerado esto, no era un problema en su época. Es de suponer que la cantidad de alimentos, recursos y agua potable, va a ser cada vez menor en las próximas décadas.
La línea del medio (azul) representa la cantidad de recursos que hoy necesitamos para mantener nuestro estilo de vida: hierro, minerales varios, granos, oleaginosas, petróleo, materiales de fisión nuclear, etc. El uso de estos materiales, en muchos casos, son los responsables del efecto invernadero que reduce la capacidad alimenticia de los terrenos. Esta cantidad sube exponencialmente por los avances tecnológicos, y muchos más si la multiplicamos por la cantidad de personas que habitan el mundo (que dicho sea de paso, también asciende geométricamente).
La tercera línea (roja), representa las necesidades básicas alimenticias de la humanidad, lo mínimo que necesita para vivir (más no sea en condiciones de pobreza global). Al igual que la anterior, también esta íntimamente ligada a la cantidad de habitantes.

Como se puede ver, en algún momento de este siglo, la humanidad va a encontrar el límite a su desarrollo (Catástrofe Maltusiana) y se verá obligada a reducir su consumo de recursos. Muchos lugares del mundo sufrirán una nueva Edad Media, inclusos muchos pueblos se volverán nómadas buscando la comida cada vez más escasa. Se calcula que en este punto, el comercio y el sistema monetario internacional, como lo conocemos, ya habrán desaparecido.
La reducción en el uso de recursos contaminantes, va a frenar la generación de gases de efecto invernadero, y el clima, lentamente, después de muchas generaciones, va a encontrar un equilibrio. Pero en su caída lenta, va a “cruzar” la línea que la humanidad necesita para vivir. Millones de personas morirán de hambre y raras enfermedades. Los futurólogos afirman que más de la mitad de la población terrestre va a desaparecer en los próximos siglos, algunos se animan a decir que solo sobrevivirá menos del 20%.
Si bien nadie sabe a ciencia cierta que nos depara el futuro, las proyecciones hechas según el panorama actual no son nada alentadoras. La humanidad dejó de creer en Dios hace mucho tiempo, hoy reza a la ciencia para que la saque de su auto-condena. No importa el destinatario, la Fe es la misma. Seguimos de brazos cruzados esperando el milagro.

No hay tiempo que perder. Cada minuto cuenta. Tomemos conciencia del mundo que dejamos a las próximas generaciones y empecemos a hacer el cambio hoy.

J.-

1 comentario:

Luli Petrone dijo...

Y?? Qué pasó que no se escribe más acá?? Vamos, vamos!! Que hay muchas cosas en esa cabeza!!! :P